Foto de Anna Shvets
Desde trastornos alimenticios disfrazados de “alimentación saludable” a cuestionamientos sobre la propia belleza en base a filtros que retocan las facciones, las vidas y cuerpos perfectos que se reflejan en redes sociales están siendo seriamente cuestionados. ¿Las reglas del juego están cambiando?
Si bien Instagram tiene el primer puesto indiscutible cuando se trata de compartir nuestra vida a través de fotos, creemos que darle lugar a nuevas propuestas nos hará tomar una postura responsable acerca de lo que consumimos y compartimos diariamente. Será por eso que Pinterest recogió el guante.
Como plataforma reconocida por ser referente de la imagen aspiracional Pinterest decidió que en sus tableros ya no hay lugar para los anuncios que basen sus mensaje en la pérdida de peso y la humillación corporal. Una manera de poner freno a la tendencia de marcar un estereotipo de cuerpo fit alrededor de lo saludable, que lleva a personas de diferentes edades a buscar información al respecto en esta red. Para que el vínculo con el lifestyle sea más positivo entre usuarixs, los motores de búsqueda relacionados a este tema son redirigidos a NEDA (National Eating Disorders Asociation), para que quienes estén detrás de la búsqueda obtengan ahí la verdadera ayuda profesional que necesitan. Esta política, junto con la promoción de información y actividades a través del hashtag #pinterestwellbeing, convierten a Pinterest en pionera en la industria.
Mientras más scrolleamos, más insuficientes nos sentimos. Y así el ciclo continúa. Pero la vida está hecha de muchos momentos, perfectos e imperfectos, que vale la pena capturar y compartir.
Por otro lado, menos conocida pero no menos importante, apareció hace no tanto la app Poparazzi, una red social que no permite filtros ni selfies. La única mirada posible es hacia los demás y solo vale si es auténtica y sin filtros. En los perfiles sólo hay fotos que los demás hayan sacado de lxs usuarixs y a la inversa, de ahí el nombre particular. Sos paparazzi de amigas y amigos, en los momentos espontáneos con el único fin de registrar el recuerdo. En una cena, de fiesta, o simplemente esperando el tren… todo vale, siempre y cuando tus amigos te hayan autorizado a postear. En palabras de sus creadores, “mientras más scrolleamos, más insuficientes nos sentimos. Y así el ciclo continúa. Pero la vida está hecha de muchos momentos, perfectos e imperfectos, que vale la pena capturar y compartir.”
Ambas plataformas ya trabajan en el cambio. Reconociendo la importancia de la conciencia en los hechos más cotidianos de comunicación. Las redes sociales llegaron para quedarse y es importante que esta conciencia pueda ir escalando hasta llegar a un mundo virtual mucho más virtuoso.
Poparazzi ya está disponible para iOS.